lunes, 20 de enero de 2014

Las lenguas indígenas siguen vivas en Lima


Fundada en un espacio lingüístico en el que primaba la lengua quechua, Lima ha vivido un complejo proceso de castellanización que muchas veces opaca el rostro indígena y la realidad multilingüe de la ciudad. En Lima más de medio millón de personas utilizan una o más lenguas Indígenas.

El pasado 18 de enero la ciudad de Lima cumplió un año más de fundación y es una ocasión propicia para reflexionar sobre nuestra ciudad como espacio social, tanto desde sus tiempos de fundación como en su realidad actual. Como se sabe, la fundación española de Lima ocurrió hace 479 años sobre el territorio del antiguo cacique Taulichusco, señor de estas tierras. Hasta entonces, en Lima se hablaba principalmente una variedad costeña de quechua que se extinguió en las primeras décadas de la Conquista. Prueba de la realidad quechua de Lima es su mismo nombre, que proviene de limaq ‘el que habla’, que hacía referencia a un importante oráculo asentado en lo que hoy es el Cercado de Lima.

Sin embargo, algo que no es muy conocido es que Lima fue un espacio de muchas lenguas. Por los cronistas se sabe que los peruanos de inicios de la Colonia eran mayoritariamente bilingües, y solían hablar sus lenguas maternas y las de otros pueblos con los que tuvieran contacto. De hecho, en el territorio que hoy ocupa el departamento de Lima se hablaban lenguas como el quingnam, en la costa norte hasta el río Chillón; el quechua costeño local del que se ha nutrido el castellano actual con varias palabras; otras variedades de quechua en la zona andina de Lima; y el jaqaru y el cauqui, lenguas hermanas del aimara que se hablan hasta hoy.

Durante la República, la construcción de un estado centralista provocó olas migratorias de poblaciones de las distintas regiones del interior del Perú hacia Lima, que se incrementaron a mediados del siglo XX y se intensificaron notablemente en las décadas de 1970 y 1980, motivadas por la Reforma Agraria y la violencia terrorista, principalmente. Más recientemente, en la última década de siglo XX y la primera del XXI peruanas y peruanos de todos los pueblos indígenas que componen nuestro país han decidido asentarse en Lima, a veces de forma individual, a veces colectivamente, como ha ocurrido con la comunidades shipiba de Cantagallo, o la awajún de Ventanilla, o asháninka en Huaycán por ejemplo.

Como resultado de estos procesos podemos decir que hoy más que nunca Lima es una ciudad lingüísticamente diversa; de hecho, es la ciudad más diversa del país. Incluso se puede decir que casi todas las lenguas de nuestro país están representadas en la capital. Según el INEI, en el 2007 el departamento de Lima albergaba a 477.000 hablantes de quechua, 26.234 de aimara, 1834 de asháninka, 663 de jaqaru, 266 de shipibo, 171 de awajún y unos cinco millares más entre todas las otras lenguas peruanas.

Con esta inmensa diversidad lingüística en Lima, sorprende que no se suela escuchar las lenguas indígenas abiertamente en todos los espacios de la ciudad. Los que han investigado esta realidad coinciden en comprobar que en Lima los hablantes de nuestros lenguas originarias viven una dramática situación de exclusión y discriminación que los lleva a silenciarlas y, progresivamente, a perderlas.

El Viceministerio de Interculturalidad desde la Dirección de Lenguas Indígenas hace un llamado a todos los limeños y limeñas, migrantes o no, a ejercer y respetar los derechos lingüísticos, a respetar y hablar las lenguas indígenas con orgullo y sin temor. Invocamos a Lima a reconocerse rica en su diversidad, como una ciudad multicultural, plurilingüe. Que se oigan todas las lenguas de Lima, que se enseñen en escuelas y universidades, que se escriban en diarios, paneles y paredes, que se canten canciones y se baile en sus lenguas y que se respete a todos sus hablantes.

Ministerio de Cultura Perú / LIM

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